El español es el idioma oficial en 21 países y tiene casi 600 millones de hablantes (Política panhispánica, RAE). Se extiende por un área geográfica extensa y, aunque el español se considera una lengua homogénea (Moreno Fernández, 2007), su diversidad se manifiesta en las numerosas variedades diatópicas. El conocimiento de las variedades diatópicas es parte integral de la competencia sociolingüística, igual que de la competencia comunicativa. En este trabajo se examinará qué tan familiarizados están los estudiantes del 4º grado de secundaria (nivel A2 según el MCER) con las variedades del español. En la parte teórica del trabajo se define el concepto de la variedad diatópica, se describen las características básicas de las variedades geográficas españolas más extendidas, se aborda la competencia comunicativa y la competencia sociolingüística, y se presenta el inventario relacionado con las variedades diatópicas del Plan Curricular del Instituto Cervantes (PCIC, 2006) destinado para los niveles A1 y A2. En la segunda parte del trabajo se analizan los resultados de la investigación realizada mediante un cuestionario en línea que consta de la prueba de conocimiento con preguntas textuales y auditivas y de preguntas relativas a input y motivación para el aprendizaje del español. Nuestra hipótesis es que los alumnos del 4º grado están conscientes de la diversidad de la lengua española y que la mayoría de ellos puede diferenciar el español peninsular del español americano, y que una parte menor de los alumnos sabe reconocer las características básicas de algunas variedades del español (variedad mexicana, argentina y peninsular). Además, suponemos que los alumnos más motivados y los que tienen contacto con el español en contextos informales con mayor frecuencia, también tienen más conocimientos sobre las diferencias entre las variedades geográficas del español, esto es, que su competencia sociolingüística es más desarrollada. La investigación ha mostrado que los alumnos están más familiarizados con el español de España, que concuerda con el hecho de que tienen más contacto con esta variedad a través de los medios audiovisuales, música e internet. También se ha revelado que los alumnos tienen dificultades con distinguir las variedades hispanoamericanas y que no conocen sus rasgos. A continuación, no se ha establecido una relación firme entre el consumo frecuente del contenido en español y la habilidad de reconocer las variedades del español, por lo que concluimos que es necesario enseñar estas diferencias en el contexto formal y que el docente desempeña un papel significante en esto. Creemos que es importante sensibilizar a los estudiantes sobre la existencia de diferencias entre variedades geográficas, ya que esto contribuye a su capacidad de comprensión de contenidos y hablantes de diferentes áreas geográficas, es decir, al desarrollo de la competencia sociolingüística.